Estas pinturas de la Artista Olga Esther, que forma parte de una obra completa con un mismo hilo conductor, a la cual llamó: “Princesas Imposibles”, allá por los 70´, me inspiró para escribir este artículo. Apreciarlas me conmueve infinitamente.
Dedico mi sentir, pensar y decir a aquellas mujeres que no se venden a la comodidad, a lo establecido, a lo mundano. Que dedican una vida completa a expandir su consciencia, a evolucionar internamente y desafiarse a sí mismas.
Esas que poseen espalda para hacerle frente al dolor más profundo, al mismo tiempo que lloran porque leyeron una novela que las conecta con su vulnerabilidad más latente.
Esas que crean posibilidades en el desierto más árido, aquellas que en jogginetas y con bolsas del supermercado pueden al mismo tiempo, resolver con su móvil un conflicto laboral, porque son mediadoras natas.
Las mismas que entienden que es posible construir y edificar desde la soledad más absoluta, esas incomprendidas sociales que se elevan por sobre cualquier circunstancia.
Las arquitectas de su propio destino, las capitanas del velero que las llevará al mejor puerto que soñaron.
Aquellas que no tienen en mente ningún príncipe, ningún sapo… porque conmueven desde el ejercicio diario de re-inventarse en cada despertar, para transitar otros mundos, más auténticos, más genuinos, más valerosos y más desafiantes.
Sigan conquistando al universo por ser siniguales, por permitirse no encajar en ningún molde; abren camino a toda la legión que viene detrás.
Mis aplausos y respetos para Ustedes!
Lic. Noelia de la Fuente
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