La Legisladora porteña, Victoria Montenegro, presentó un proyecto para crear el “Fondo de Estímulo Productivo” que ampare a las cooperativas textiles, que en la actualidad se están dedicando a la realización de barbijos.
Victoria Montenegro, legisladora del Frente de Todos, presentó un proyecto de ley para crear el “Fondo de Estímulo Productivo”, que pretende promover la reactivación productiva de las cooperativas, y al mismo tiempo evitar el desabastecimiento de barbijos, tan necesarios en medio de la pandemia del coronavirus.
La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Legislatura expresó que “En este contexto de pandemia es vital cuidar los recursos de los porteños y es clave estar cerca de quienes necesitan de la presencia del Estado. Más aun teniendo en cuenta que en este momento el Estado también necesita de la producción de los barbijos. Es indispensable estimular e inyectar trabajo en las cooperativas. Se trata de poner en valor esa fuerza de trabajo y que tanto las cooperativas como el Estado se vean beneficiados por eso”.
“En numerosas zonas de la Ciudad, hace varias semanas, se puede constatar la dificultad para conseguir estos insumos. Consideramos que, a raíz de la implementación de la obligatoriedad del uso comunitario de barbijos, se deben implementar mecanismos que mejoren la capacidad de cubrir las demandas específicas”, agregó Victoria Montenegro.
En cuanto a los fondos, trascendió que la iniciativa establece que saldrían de las partidas presupuestarias especiales del Presupuesto 2020 y se ejecutaría en un solo desembolso siendo su ámbito de aplicación el Ministerio de Desarrollo Económico y Producción del Gobierno de la Ciudad.
Por otra parte, el proyecto sostiene que la cooperativa que reciba la ayuda del fondo, deberá poner a disposición del Gobierno de la Ciudad el 90% del total producido sin costo. Pudiendo comercializar el 10% restante, pero, tomando como prioridad, la demanda adicional que la ciudad necesite.
Otro detalle a destacar es que el total de los barbijos que se entreguen al Gobierno Porteño, deberán ser distribuidos de forma equitativa a la población de la Ciudad. Brindando mayor prioridad a sectores de alta vulnerabilidad social, trabajadores y trabajadoras de actividades declaradas esenciales; personas que perciban asistencia social, o de algún otro tipo, del Gobierno de la Ciudad; hogares monoparentales, población travesti-trans, población de riesgo; estudiantes de todos los niveles y modalidades del sistema educativo y demás poblaciones que determine el órgano de aplicación.
Como objetivo primordial, el subsidio pretende solventar costos de materia prima, materiales, gastos corrientes, logísticos y la distribución de ganancia de los socios, en cooperativas con capacidad técnica para hacer barbijos.
